sábado, 10 de mayo de 2008

cuentoos

El tonto que salvó su país

Había una vez un país muy lejano que se llamaba “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” “Había una vez un país muy lejano que se llamaba” ahí todas las personas siempre lloraban porque les hacían pelar cebollas hasta que una persona llamada Juan decidió que iba a luchar contra los topos salvajes, cruzar la súper montaña súper resbalosa, luchar contra el reino de chocolates en barra y finalmente, llegar hasta el botón de autodestrucción de cebollas.

Comenzó el día 1 de noviembre a las 13:00 si no llegaba en el 9 de noviembre las cebollas se harían invencibles. Llegó con los topos salvajes luchó y luchó… hasta que llegó hasta el rey topo salvaje, el mejor de todos los topos que llamó a sus guardias. Juan estaba indefenso pero hizo una patada voladora que solo podía hacer una vez para quitarle la corona al rey porque era un buen adorno, ahí estuvo mas indefenso así que le quitó el rayo láser a uno de los topos y lo guardó en una caja llaveada para otra ocasión. Después le quitó a todos su rayo láser y los guardó en la caja llaveada, pero un rayo láser no entró en la caja, y después usó el rayo láser como una espada y le ganó al rey topo. Ahí le encontró a una persona que le dijo:

- Si quieres pasar la montaña tendrás que tener un equipo para escalar que hay en el final de la montaña, para llegar al final de la montaña debes cruzar por el costado de la montaña.

Así que fue al final de la montaña y volvió para escalarla… cruzó la montaña y llegó al final de la montaña.

Llegó al reino de los chocolates y se los comió todos pero los chocolates le dieron más hambre y llego al botón de autodestrucción de cebollas, lo tocó pero no funcionó.

Después le rodearon las cebollas, pero se acordó de los láseres que guardó y se los comió porque tenía mucha hambre. Pero vio otro botón que era el de autodestrucción de cebollas, lo tocó y las cebollas explotaron.

Vio otro botón, lo tocó y murió porque era el de autodestrucción de láceres.

Fin

1 comentario:

Camila Jara dijo...

Está muy bueno tu blog! y tu cuento está muy... pelotudo jajaja